¿Es rentable cubrir un embalse de riego? Factores determinantes

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En las áreas más secas y semisecas, la competencia por los recursos hídricos disponibles es cada vez mayor, generando serios problemas en el suministro (especialmente en áreas como la agricultura). Además, las predicciones sobre el cambio climático harán que esta situación empeore a lo largo del tiempo por lo que urge invertir en mejoras para una gestión eficiente del agua.

Las pérdidas de agua por evaporación en los embalses de riego, por ejemplo, pueden ser significativas en estas condiciones climáticas severas, llegando a representar una parte importante del agua almacenada.

Para abordar esta situación compleja de escasez e incremento de los costes, se han estudiado diversas técnicas, como el uso de cubiertas flotantes, sombreado, cortavientos y almacenamientos subterráneos. Una de las técnicas más prometedoras es el sistema de cubierta flotante IMCUR, que formado por una geomembrana flexible e impermeable cubre totalmente el embalse, eliminando por completo la evaporación, proliferación de algas y contaminación de agentes externos.

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Qué consecuencias tiene un embalse de agua sin cobertura

Se ha estimado que las pérdidas anuales de agua por evaporación en embalses agrícolas en Queensland, Australia, alcanzan los 1000 hm3, de una capacidad total de almacenamiento de 2500 hm3, lo que es un claro indicativo de la dimensión de este problema.

En las zonas semiáridas, como el sureste de España, el aumento de la agricultura que requiere riego ha llevado a una mayor demanda de agua. Este aumento junto a la evaporación media anual de 1,5 m3 por m2 aproximadamente, ha resultado en una escasez significativa de agua.

Para abordar esta demanda de agua, los agricultores han optado por construir balsas para almacenar agua, de manera que puedan adaptar la oferta de agua a sus necesidades. Sin embargo, estas balsas sufren una alta evaporación debido a la relación entre la superficie expuesta y la profundidad del agua, lo que resulta en una pérdida considerable del agua almacenada en las balsas.

Las consecuencias de no cubrir los embalses de riego con un sistema apropiado para evitar la evaporación del agua tienen las siguientes consecuencias negativas:

Problemas en el suministro

Es evidente que, a mayor cantidad de agua evaporada, menor será el agua disponible para el suministro y mayor la cantidad demandada por el agricultor para abastecer sus necesidades. La evaporación supone una gran pérdida del agua disponible haciendo que los problemas a la hora del reparto del suministro cada vez sean más importantes.

  • Incremento de costes

Esta escasez de agua derivada de las pérdidas sufridas por la evaporación tiene un coste directo en el precio del agua, haciendo que se incremente de forma considerable. Por un lado, perdemos el agua ya adquirida, con sus costes directos e indirectos, y por otro lado nos genera la necesidad de volver a adquirir esa cantidad para así mantener las reservas necesarias.

Por lo tanto, la evaporación no solo presenta un problema de escasez, sino que también aumenta el precio del agua y por lo tanto el coste de los agricultores, ganaderos y otros afectados.

  • Aumento de concentración de sales

La evaporación del agua en el embalse conduce a un aumento en la concentración de sales y otros minerales, lo que lleva a disminuir su calidad para el riego. Un alto contenido de sales en el regadío puede llevar a:

  1. Estrés hídrico en las plantas. El exceso de sales en el agua de riego puede afectar la capacidad de las plantas para absorber agua ya que estas sales pueden crear una barrera osmótica que dificulta la absorción de agua por las raíces de las plantas (con el consecuente estrés hídrico que afecta su crecimiento, desarrollo y producción).
  2. Salinización del suelo. El riego con agua salina puede provocar la acumulación gradual de sales en el suelo. Esta salinización afecta negativamente la estructura y fertilidad del suelo, reduciendo la disponibilidad de nutrientes para las plantas y limitando su crecimiento.
  3. Degradación de la calidad del suelo. Un exceso de sales puede afectar la estructura del suelo, causando la compactación y formación de costras superficiales, lo que dificulta la infiltración del agua y su aireación.
  4. Limitaciones en la selección de cultivos. El uso de agua con alta concentración de sales puede restringir la elección de los cultivos que se pueden cultivar con éxito (algunas plantas son más tolerantes a la salinidad que otras).
  • Crecimiento de algas

El crecimiento de algas en un embalse sin cobertura es una consecuencia directa de la exposición del agua a la luz solar y la falta de control. Este fenómeno puede generar una serie de problemas y complicaciones adicionales:

  • Uso de alguicidas y otros elementos químicos que incrementan los costes de forma notable.
  • La obstrucción de filtros, que aumenta las tareas de mantenimiento y que puede llegar incluso a la necesidad de sustituirlos.
  • El funcionamiento anómalo de los reguladores de presión, lo que puede hacer que los sistemas de riego no proporcionen el agua de forma adecuada a los cultivos.
  • Averías en los sistemas de riego y goteros.

También es importante destacar que las algas pueden afectar negativamente la calidad del agua y reducir su utilidad para el riego.

Cuáles son los beneficios directos de cubrir un embalse

Como ya hemos comentado anteriormente, dotar a un embalse de una instalación y cobertura de calidad es la mejor alternativa para evitar la evaporación y todas las consecuencias negativas asociadas.

Veamos algunas de las ventajas que ofrece el cubrir un embalse de riego de forma correcta:

  • Ahorro del agua

Al cubrir el embalse, se reduce significativamente, la evaporación del agua almacenada, lo que tiene un impacto positivo en:

  1. La cantidad de agua disponible para el suministro es mucho mayor al evitarse que un alto porcentaje acabe evaporada.
  2. Se disminuye la necesidad de adquirir agua para compensar la evaporada (se evita pagar dos veces por la misma agua).
  • Mayor y mejor producción

Al minimizar la evaporación del agua almacenada, no se concentran las sales y minerales, lo que favorece un mejor crecimiento y desarrollo de las plantas lo que ayuda a que la producción de cultivos sea mayor en cantidad, y con una calidad más alta.

  • Mejora de suelos constante

Al proporcionar el agua necesaria y con la calidad adecuada se ayuda a mantener el nivel de calidad de los suelos elevado. Tener un suelo saludable y en buenas condiciones es fundamental para garantizar un crecimiento adecuado de las plantas y facilitar que absorban todos los nutrientes necesarios.

  • Ahorro en alguicidas

La presencia de una cobertura en el embalse ayuda a bloquear la luz solar y así reducir la proliferación de algas y otros organismos indeseables en el agua. Al disminuir este crecimiento, se evita la necesidad de utilizar alguicidas y otros productos químicos para controlar su crecimiento.

Esto no solo representa un ahorro económico, sino que también contribuye a la preservación del medio ambiente y la salud del ecosistema acuático (los alguicidas contienen elementos químicos como sulfato de cobre, permanganato potásico o cloro que pueden llegar a dañar el entorno).

En un entorno tan complejo como el actual es de gran importancia contar con una instalación de calidad para garantizar el máximo aprovechamiento del agua. Cubrir un embalse de riego es una inversión que proporciona un alto retorno de la inversión, es decir, que por un gasto ajustado se obtendrán una gran cantidad de beneficios.

Las ventajas directas de cubrir un embalse incluyen el ahorro de agua, una mayor y mejor producción de cultivos, una mejora constante del suelo y un ahorro en el uso de productos químicos. Estos beneficios no solo tienen un impacto económico positivo, sino que también promueven una gestión más eficiente y sostenible de los recursos hídricos y agrícolas.